Hablan los enólogos: El vino que me gustaría haber hecho
Cuatro reconocidos enólogos eligieron un vino que les hubiese gustado haber hecho a ellos. Esas etiquetas –de otros– que les “volaron la cabeza”. Un recorrido desde Salta hasta la Patagonia.
Su profesión es “simplemente” hacer vinos. Se pasan todos los días en la búsqueda de las mejores uvas, de esos porcentajes precisos en cada blend, de recorrer viñedos y elegir barrica por barrica y tanque por tanque. Hasta decidir cuándo está listo y embotellar lo que ellos creen que es el vino que querían.
Sin embargo, muchas veces al probar el vino de un colega los sorprenden por su elaboración, por su corte o por la elección que hicieron. Y así, con toda la humildad, cuatro reconocidos enólogos eligieron ese vino que les “voló la cabeza”.
Mariano Di Paola, Bodega Rutini
Tengo muchos enólogos amigos que hacen vinos muy ricos y me ha costado pensar en uno solo. Pero recuerdo uno que a mí me llamó mucho la atención y es de mis preferidos: el Black Tears de Tapiz, que hace mi amigo Fabián Valenzuela. Tiene todas las hierbas y especias, el orégano, todo lo que nos da el Valle de Uco.
Lo probé en 2010 por primera vez. Y de hecho, en cuanto lo tomé, lo llamé a Fabián para decirle que estaba tomando algo que me estaba dando vuelta la cabeza. Él es un tipo muy querible y agradecido. Para mí fue una cosa muy importante. Fue uno de los que me sorprendió y dije “pucha, me gustaría tener un vino así”.
Tengo algo parecido, lo que pasa es que me gustan mucho los vinos que pruebo de los otros y a los míos los critico mucho. Tengo muchos vinos de varios amigos, pero este lo recuerdo como una cosa especial y lo disfruté muchísimo.
Gustavo Rearte Gil, Bodega Achaval Ferrer
Me enamoró el Merlot de Rutini, que no me acuerdo si era ocho o nueve, pero tengo una botella en casa para poder replanteármelo. Lo probé en 2015, me acuerdo. Nosotros tenemos un clon de Merlot en Tupungato, cerca de donde quedan los viñedos viejos de Rutini, y me gusta mucho el que hacemos nosotros, pero ese me acuerdo que me marcó.
En 2014 visité la Toscana y me enamoré del Merlot. En Mendoza el 2015 y 2016 no fueron los mejores años, y aunque le pusimos muchas ganas al Merlot, no llegó a ser lo que buscábamos. Ahí en el medio probé ese de Rutini, y era la expresión de lo que vos buscás en el Merlot: La elegancia en el paladar, esa entrada dulce atercipelada, fruta roja empezando a evolucionar en nariz y una textura como una seda.
Creo que ahí empezó mi obsesión con el Merlot, y acá en Achaval le estoy prestando mucha atención y la idea es el año que viene sacar dos líneas. Me enamoró ese vino y ojalá alguna vez alcance alguno de nuestros Merlot a ese de Rutini.
Nicolás Navío, Bodega Patritti
El vino que me ha sorprendido y me viene sorprendiendo desde hace un tiempo es el Riesling que está haciendo Horacio Bibiloni en Humberto Canale, de la línea Old Vineyard. Me encanta ese vino. No sé si es porque yo no tengo riesling y me gustaría hacer uno, porque el vino está muy bueno y es muy interesante.
Tiene una frescura y tipicidad que es muy linda para la zona, no hay mucho Riesling acá y creo que es un vino muy lindo. No sé por qué, pero me gusta mucho, es un gran exponente varietal de la Patagonia. Está muy bien hecho y refleja lo que es Río Negro, tiene esa frescura y acidez muy linda de una zona fría.
Rogelio Rabino, Bodega Kaiken
¡Un vino que me encantó es el Blanc de blanc de El Esteco! Lo probé en el hotel de la bodega y me voló la cabeza. Un vino muy raro. No podía creer la parte aromática, me mató. Fue lo que más me sorprendió del vino, esa conjunción de aromas.
Tenía, sobre todo, muchas frutas blancas pero al mismo nivel flores cítricas. Era muy difícil de encasillar, no era parecido a ningún vino. Tenía gran volumen de boca, pero una excelente acidez. Como les decía, era muy difícil la parte aromática, que era lo que te volaba la cabeza. Esas variedad Marsanne - Roussanne me parecieron súper interesantes.