Los vinos de las celebrities, ¿son una estrategia de venta?

Como una tendencia que crece en todo el mundo, cada vez son más las celebridades que apuestan a tener su botella propia. Marketing, calidad y prejuicio.

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Desde el director Francis Ford Coppola hasta los actores Gérard Depardieu, Antonio Banderas y Emilio Estevez; cantantes como Luis Miguel y Madonna; deportistas reconocidos como Andrea Pirlo o Arnold Palmer. Todos comparten una cosa en común: el vino propio.

Y su fanatismo, muchas veces puede llegar a extremos incalculables. Entre los rumores del mundo futbolístico, circula la versión de que Andrés Iniesta –ex jugador de la selección de España y Barcelona– aceptó un contrato millonario en China sólo para promocionar su bodega en el mercado asiático.

Pero hablando del plano nacional, varios músicos como Pedro Aznar, Juanchi Baleiron, Coti Sorokin y Fernando Ruiz Díaz son algunas de las principales celebrities argentinas que se sumaron a este amor por la vitivinicultura y se animaron a desarrollar su vino propio. Es cierto que muchos ingresaron a este desafiante mundo de la mano del enólogo Marcelo Pelleriti.

Y si de celebridades locales se habla, quien más ruido hizo en el mundillo hace unos años con vinos de alta gama fue Marcelo Tinelli, quien con su bodega Lorenzo de Agrelo tiene uno de los vinos más caros del mercado local.

Pero, ¿se venden los vinos de las celebridades en nuestro país? “Si, claro que se venden”, responde sin titubeos Ramiro Jiménez, Brand Manager de Bodega Lorenzo de Agrelo. “Que sean celebridades los propietarios es una herramienta más de comunicación, pero hay que saber cómo y cuándo usarla”, aclara Ramiro.

En el mismo sentido, Joaquín Paolucci de Distribuidora Helénica (quien vende los vinos de Marcelo Pelleriti y varios músicos) afirma que “las personas que compran estos vinos quieren saber más de ellos. Buscar y poder encontrar algún plus, ya sea por estilo, personalidad o qué mostrar”.

¿Cuál es la estrategia de venta: la celebrity o el vino en sí?

“En nuestro caso lo encaramos como si fueran dos canales diferentes, porque contamos con un grupo enológico de lujo –liderado por Alejandro Vigil– y un terruño excepcional, que es lo que le comunicamos a la industria del vino. Y por otro lado sabemos que Marcelo es influencia para muchísimas personas que no entienden de elaboración, pero que gustan de probar cosas nuevas”, responde Ramiro Jiménez.

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“La clave en la venta de estos vinos –agrega Paolucci– es la unión de la celebrity con el enólogo, que en este caso es Marcelo Pelleriti. Ambas partes se potencian. Hay una sinergia especial en la que cada proyecto potencia sus virtudes. Lo positivo es que cada personalidad muestra sus gustos diferenciándose de los demás”.

Si bien muchos sostienen que su alto precio se debe al nombre, tanto Paolucci como Jiménez afirman que es sólo una creencia popular, y que el valor del producto se debe a la calidad del mismo y no a la celebridad.

“No hacemos ningún tipo de ajuste porque Marcelo sea propietario. Entendemos que hay una lupa sobre esto en nuestros vinos, pero la realidad es que el proyecto desde el día uno estuvo encarado para hacer vinos de alta calidad”, responde el Brand Manager de Bodega Lorenzo de Agrelo.

Paolucci se suma a su apreciación y remarca que tienen una buena relación precio-calidad. “No considero que los vinos sean caros. Lo que sí se puede afirmar es que están hechos con las mejores prácticas, tecnología avanzada y el ‘know how’ de un enólogo reconocido”, afirma.

¿Producto o Celebrity?

¿Contar que es el vino de una celebridad? “Hoy en día las redes sociales hacen que veas en tiempo real lo que esta haciendo el otro y sabemos que hay personas que marcan tendencia. Esto ayuda a que por lo menos la gente se interese en probarlo”, responde Jimenez.

Más allá del dueño del vino, Jimenez sostiene que lo importante es creer en el producto. “Por más que sea de alguien con mucha llegada mediática, si lo probás y te decepciona, no volvés a tomarlo”, dice, aunque aclara: “En algunos casos te abre muchas puertas; pero en otros tenemos que lidiar con el prejuicio. Por eso, tratamos de manejar la comunicación de acuerdo a quien se lo presentamos”.

Para Paolucci que el vino sea de un famoso “te abre puertas, mercados y atrae a gente que no es del palo del vino”, cuenta y remarca: “Hay que aprovechar a las celebrities para que el consumo del vino sea mayor. ¡Son todos bienvenidos a la hora de aportar a la industria vitivinícola!”.

POR PANCHO BARREIRO / PANCHO@VINOSYNEGOCIOS.COM / @PANSSO