Vinos para cócteles: estrategia de venta

Durante mucho tiempo, mezclar vinos con otras bebidas podía llegar a ser considerado como un “sacrilegio”. De a poco, este prejuicio se fue rompiendo hasta convertirse en un nuevo canal de ventas.

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¿Vino con soda? ¿Con hielo? ¿Con jugo de naranja? Lo que hasta hace poco era mal visto por muchos consumidores hoy comienza a abrirse como una posibilidad más para ofrecer a nuevos clientes.

“Soy de la idea de que el vino se toma como mejor te guste. Sea con un toque de hielo, ‘asustado’ con soda o, por qué no, en un cóctel”, afirma de forma rotunda Christian Baranovsky, Brand Manager Vinos & Maltas de Pernod Ricard Argentina.

El avance del profesionalismo de los bartenders va logrando –de a poco– romper con la creencia de que al mezclarlo puede desmerecer o reducir las cualidades del vino. Lo cierto es que con este propósito dejó de ser una moda y cada vez son más los que se suman a este tipo de consumo.

Si bien todavía “existen prejuicios, pero cada vez menos”, dice Christian y agrega: “Como en todo cambio cultural, hay algunos estructurados que les incomoda salir de su zona de confort. Pero es una tendencia cada vez más aceptada”.

Se ganan su lugar

Uno de los bares con mayor tradición de cócteles con vino es Doppelgänger (“el Doppel”). En diálogo con Vinos y Negocios, Guillermo Blumenkamp –dueño del bar– cuenta que “los tragos con vino estuvieron desde siempre, desde la historia de la coctelería”, y ejemplifica con los clásicos vermú que en definitiva son vinos fortificados con especias.

Guillermo sostiene que la coctelería incluye a todas las bebidas posibles. “A la medida que uno va creciendo y haciendo diferentes tipos de cócteles, tarde o temprano necesita abrir el abanico, y dentro de ese abanico están los vinos”. En su carta cuenta con más de 30 tragos con vino y una gran variedad fuera de ella, sobre todo para la temporada primavera-verano.

Con respecto al nicho creciente, Baranovsky afirma que no sólo “le gusta esta apertura”, sino que le parece “clave para que el consumo de vino deje de caer y nuevos consumidores se animen a probar esta noble bebida”.

En el mismo sentido, Blumenkamp sostiene que existe una “tendencia que se fue marcando en los últimos años con la llegada del spritz”, la cual abrió el juego a vinos frescos o espumantes dulces para hacer tragos primaverales y refrescantes. “Es cierto que los blancos y los espumosos tuvieron un mayor peso, pero también los rosados y por último lo tintos. Pero la tendencia abarca a todos los tipo de color de vino”.

Para Guillermo, el vino suplanta de una manera mucho más elegante al vermú, “sin toda esa necesidad de las especias y hierbas; sin tanta potencia y sutileza, permite amalgamar los sabores de una manera más frutal y elegante, sin ser tan invasivo”.

La mayor diferenciación que habría que remarcar es que los cócteles no son para cualquier vino. “Claramente no creo que sea prudente un cóctel con un tinto de corte de alta gama como Arnaldo B, porque se pierde la razón de ser de un vino complejo, con cuerpo para disfrutar tranquilo… Pero con vinos jóvenes quedan genial”, remarca el Brand Manager.

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Yiya Murano

Aperol • vermouth dry • licor de cassis • jugo de limón • granadina • agua de azahar • cosecha tardía rosado

¿Bodegas vs. bares?

“Salvo casos puntuales de algunas bodegas que elaboraron productos más dulces o para el final del beber, las bodegas en general no le dieron ningún valor a la coctelería”, dispara Guillermo y explica:

“Si encuentran que hay un negocio y ven que se puede ampliar la demanda y oferta. Aunque nunca se acercaron bien y no saben cómo hacerlo. Es más la inquietud del bartender o del bar los que ofrecen esta combinación”.

Blumenkamp sostiene que son los mismos periodistas o los organizadores de feria “los que se acercan para saber cómo se relacionan los cócteles y el vino”, y pone como ejemplo la Semana del Vino y la Semana del Malbec en donde se elaboran diferentes tragos en honor a nuestra cepa insignia. “Las bodegas no le prestan demasiada atención. Imagino que ya lo harán, no sé lo que piensan, pero no están cerca de esto”, dice sin titubeos.

Entonces, surge una pregunta inevitable, ¿los vinos para cócteles pueden convertirse en una estrategia de ventas?

“Totalmente”, responde tajante Christian Baranovsky, aunque aclara: “No va a ser un volumen que te cambie el negocio, pero sí culturalmente para ‘descontracturar’ el consumo de vino”, y ejemplifica: “Hace ya dos o tres años que el trago de bienvenida de Sushi Club es con Cafayate Torrontés Cosecha tardía; en una de las últimas ferias para Millennials (Refresh Wine Fest) ofrecimos tragos con nuestro Rosé y hasta con nuestro Rutas de Cafayate #Frutado: fueron un éxito”.

Será cuestión de tiempo, pero claramente los cócteles con vino son cada vez más aceptados. “Espero que sigan reemplazando bebidas que tienen mayor graduación, así también el consumo en cócteles es hasta más sano”, cierra Baranovsky.


Por Pancho Barreiro / pancho@vinosynegocios.com / @pansso